Las ciudades pequeñas como Ourense tienen más ventajas de lo que inicialmente se pueda pensar.
A la hora de salir por la noche nos beneficia que no haga falta coger el coche para moverse de una zona a otra.
Calles estrechas y plazas con encanto en el casco antiguo de la ciudad de As Burgas guardan todos los secretos para disfrutar de una noche de copas, baile, música, terrazas y discotecas.
A partir de las doce de la noche los bares de tapas de las calles Lepanto y Fornos empiezan a descongestionarse.
Es la hora de pasar a las copas y el ambiente se desplaza hacia la zona de la catedral. Allí se encuentra uno de los clásicos de primera hora en Ourense: el Miudiño, en la plaza Santa Eufemia.
Algo menos saturado, y también con buen ambiente y copas premium estará el Tragaluz, en la plaza San Martiño, muy cerca del anterior. De más reciente apertura, y con terraza que mira a la fachada principal de la catedral, es otro referente para la primera copa.
Algunos bares de la rúa Lepanto, en la que es mítico el París, han cambiado los pinchos por copas y empiezan a tener movimiento de grupos juveniles que prefieren el local tipo tasca.
Algo más arriba, en la praza do Correxidor, la oferta es un poco más variada. Están los clásicos, como el Lokal, para amantes de la música rock, el Auriense o el Corregidor.
En la calle Pizarro están locales de toda la vida como el Cook o el Patio Andaluz, que conviven con bares de ambiente latino y público variopinto.
Muchos jóvenes terminarán la noche en la plaza das Mercedes, con locales de última hora y una discoteca, La Bull, que resiste los malos tiempos para este tipo de locales. Es incombustible.